“¿Por qué?” Me preguntaste
Como si no supieras nada
Simplemente éramos niños
Sin ganas de irnos a la cama
Tus ojos eran un enorme lago
Y tu cuerpo sus milenarias termas
Nadaba, me sumergía y buscaba
Esperando no encontrar respuesta
“¿Por qué?” Me preguntaste
Esperando que yo respondiera
No te quiero y menos te amo
Sin poder forzar la cuenta
Nada duele, nada queda
El sabor amargo de la seda
Corazones rotos y vendados
Palpitando por nuestra tierra
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