FIESTA

No sé quién es más bella
La noche, la barra o la ginebra
Una rosa negra de siluetas
O una flor roja de marionetas

Hoy las copas saben amargo
Con ácido de limón y ginebra
Lenguas viperinas de cerveza
Atraen extraños dolores de cabeza

Sorbo a sorbo nos bebemos la noche
Nos embriaga con su viejo licor
De brujas, lagartos y trasgos
conjuro dulce para matar la razón

En la cuchara hierve un conjuro
En la mesa se dibuja el final
Sabe a veneno toda nuestra vida
La que se acaba sin conseguir llegar

Bendito sea el vicio de tus labios
La nicotina de tu mirada al amanecer
Bendito sea el sabor de esta queimada
La noche muere, ya volverá anochecer

CUPIDO

Miénteme sobre tus sueños y tu vida de hostal
Dime que no te sientas a ver los atardeceres pasar
Respira un momento, como si nada fuera cierto
¿Has visto alguna vez un fantasma tras el cristal?

Es blanco y flota como una sábana al viento
No tiene ojos pero siempre infunde miedo
No tiene nariz pero nos huele al susurrar
Es el fantasma que ninguno quiere dejar pasar

No es fácil cogerlo, corre a mucha velocidad
Lo repudian porque no se admite que pueda gustar
Porque entre nosotros siempre hemos negado
Que hemos visto a ese fantasma pasar

ADIOS

Otro tren que se va
Otro avión que despegó
Y la duda prosigue
En medio de la intersección

Se oye la velocidad
Y a lo lejos avisa un barco
El corazón sigue solo
Coche con el motor quemado

El retrovisor no se mueve
La carretera, quieta, se muere
Los autobuses adelantan
En el juego nunca hay suerte

Porque cuando dices piedra
Escucho nones
Porque cuando dices mierda
Nadie te oye.

LA SIRENA

Solo busco una sirena
Como Ulises evitaba
Una sirena que me ame
Y me tire de la barca

Una mujer para que te llame
Para que la mar no te haga
Para morir eternamente
Mientras te hundes en algas

No importa su pelo
Ni siquiera su cola
Solo una sirena
Que pueda y lo haga

Arrancar mis labios de un beso
Asfixiarme entre sus escamas
Nadar en círculos como un muerto
Matarme con amor, enamorada.

LA PECERA

Como el pez que flota
Inerte en una pecera
La tristeza le llena
No lo intentó, piensa

Golpear contra el cristal
No llorar, aunque duela
Luchar contra la pared
Soñar, aunque mueras

Como el pez panza arriba
Inerte y arrepentido
La muerte no pesa
La vida no ha existido

LLANTO I

Lo que en el aire flota

Como una pregunta incómoda
Una sábana gris y oxidada
Corazón y espada rota

Esta noche entre los dos
Yace el cadáver de un Dios
Ese mismo al que rezamos
El que quiso muertos y murió

Huesos roídos por el tiempo
Música de órganos afónicos
Tu mano, un milímetro, mi mano
Nosotros vivos y sin creador

Nos abrazamos sin abrazarnos
Para que entre nosotros muramos
Y al despertarnos nos encontramos
Lágrimas mojadas de desamor

VACÍO

Cierra los ojos… no estamos
Ningún lugar es demasiado
Simplemente, nada, digamos
¿Y si nos olvidamos del mar?

No hay nadie a nuestro lado
Ninguna voz, ningún suspiro
Sólo un fondo blanco, grisaceo
O amarillo, no importa el papiro

¿Y si flotamos en el vacío?
Donde no hay palabras ni ruidos
Sobra  comunicación, falta sentido
Ni café, ni bares, solos, perdidos

¿Por qué hablarnos si nos escuchamos?
Nos lloramos y abrazamos
Nos sonreímos y reímos
Solos, flotando en el vacío

LA SOMBRA

Por qué la sombra sigue quieta
Ahí, en la pared inmóvil
Como si algo perverso presagiara
Negra, oscura, sin móvil

Muevo la silla y ella se queda
Cierro los ojos y ahí sigue
No quiere, no se marcha
Si al menos hablara…

Porque la sombra sigue quieta
En la pared, a oscuras, inmóvil
Donde la luz nunca se queda
Donde la luna nunca llega

La habitación está oscuras
Y la sombra no se mueve
Sigue, apoyada en mi almohada
Algo que no existe y miente

Por qué la sombra sigue quieta
En la pared, sin olvidarla
Pegada a ella como una lapa
Sin los momentos que nos separan