Cuando de mí no queden más que huesos
Cuando todo estalle y resulte igual
Cuando se hayan callado los Aleluyas
Cuando una luz blanca me vuelva ciego
Acuérdate de la nube que nos tapaba
De la enorme luna que nos cuidaba
Acuérdate de lo que no te olvidabas
De nuestra luna magnífica y blanca
Piérdeme entre arañazos y gemidos
Ámame con los restos de un suspiro
Piérdeme como lo que hemos perdido
Los ojos, la nariz, la boca, los sentidos
JCC